La nutrición, no es una terapia en sí misma (o si?), pero es indiscutible que es el complemento perfecto para optimizar nuestra salud. Los hábitos alimentarios, los productos que consumimos, la forma en que los cocinamos y agrupamos en nuestras comidas… son parámetros externos y si los combinamos con parámetros internos como: grupo sanguíneo, intolerancias alimentarias, absorción intestinal, etc. obtenemos unas recomendaciones personalizadas y ajustadas a nuestras necesidades particulares.
Se trabaja en sentar las bases de una alimentación sana y como equilibrar el organismo.
- Tipos de metabolismo y la alimentación más adecuada.
- Alimentos medicinales.
- Que alimentos necesita nuestro cuerpo a través de la kinesiología integral.
- Dietas desintoxicantes. Limpiezas.
- Hábitos cómodos de nutrición, rutinas adaptadas a nuestro tiempo y horarios, etc.
Si trabajamos en esta línea y mejoramos todo lo relativo al aparato digestivo, notaremos una mejora en muchos otros aspectos de nuestra vida: energía vital, eliminar la pesadez, etc.